Rusia aprobó la fabricación de la Sputnik V a cargo de Laboratorios Richmond

El Instituto Gamaleya analizó tres lotes del componente 1 y un lote del componente 2 producidas en ese laboratorio y habilitó la producción.El Instituto Gamaleya dió el ok para comenzar a fabricar de manera masiva la Sputnik V en el país. La próxima semana comenzará la fabricación a gran escala, según confirmó Carla Vizzotti, ministra de Salud.

El laboratorio Richmond había enviado 21.000 dosis (que integraron esos componentes) de la vacuna Sputnik V para que el Instituto ruso Gamaleya realizara una inspección y certifique la calidad.

Moscú verificó y aprobó estas muestras y habilitó la producción masiva en el país, que según está previsto comenzará la próxima semana.

El instituto de investigaciones moscovita, en la primera etapa del acuerdo que cerró Marcelo Figueiras -dueño y CEO del Laboratorio Richmond- enviará el principio activo para fabricar las primeras partidas de la vacuna, luego cuando el laboratorio ponga a punto la planta que construyó en la localidad de Pilar, Provincia de Buenos Aires, ya teniendo la transferencia de tecnología producirá a gran escala, para en una tercera etapa exportar a Latinoamérica.

Figueiras logró este acuerdo con el Fondo ruso de Inversión Directa -a cargo de Gamaleya-, con la intervención del laboratorio indio Hetero Labs Limited -con quien Richmond tiene una alianza estratégica desde hace varias décadas-. El otro actor en este convenio fue el Gobierno de Alberto Fernández que ofició de gestor, casi como un representante de la empresa de Figueiras.

Si bien el hecho de que con esta primera etapa donde Laboratorios Richmond terminará la producción y el envasado de vacunas para Argentina, hará que el país cuente con la posibilidad de mayor número de personas vacunadas (aunque no se aclaró cuál es la producción que proyecta este laboratorio en lo inmediato). La capacidad instalada que tiene Richmond, como mAbxience de Hugo Sigman (en ese laboratorio se produce la vacuna de AstraZeneca), da cuenta de que el Estado podría haber declarado de utilidad pública esos laboratorios, con su producción y la que proyecta a futuro, para poder garantizar vacunas para la gran mayoría de la población en tiempo y forma. Esto por supuesto no es un pedido que se le pueda hacer a las grandes empresas muchas veces oligopólicas, sino una potestad que puede ejercer el Gobierno con decisión política para priorizar la vida de la población por encima de las ganancias empresariales. Esto de la mano de la liberación de las patentes.

Fuente: LaIzquierdaDiario